A veces cuando se gana... se pierde

"Hay cosas que tengo que decirte:

Te pido perdón por las cosas que no te di, no te haré sonreir. Sólo quería envejecer a tu lado para que pudiéramos reírnos viendo cómo se nos arrugaba el cuerpo, juntos hasta el final, en el lago de nuestro cuadro -ése era nuestro cielo,¿sabes?-; se echan de menos muchas cosas: libros, siestas, besos, ¡discusiones, oh Dios! Las hemos tenido buenas...

Gracias por eso, gracias por cada detalle, gracias por ser alguien de quien siempre he estado orgulloso, por tu coraje, por tu dulzura, por lo guapa que has sido porque siempre he querido acariciarte... Dios, eras mi vida...

Te pido perdón por las veces que te he fallado, en especial por ésta...

Las buenas personas acaban en el infierno porque no saben perdonarse a sí mismas. Yo no puedo, pero te perdono a ti... porque eres tan maravillosa que un hombre preferiría el infierno al cielo solo por estar contigo."


Quien la haya visto sabrá de lo que trata.
Como comentaba antes, existen tantas desgracias que a veces uno puede perder la esperanza de que vengan cosas buenas por las que merezca la pena vivir, pero cuando fijas la mirada en detalles que a uno le llenen por completo, por insignificantes o absurdos que parezcan, personas que aún viendo que son una tontería, te aprecian por lo que significan para ti y que pueda significar para ellos, o cuando ves que hay personas que, por muchos roces, contraposiciones, distintos puntos de vista, etc,etc, permanecen a tu lado y te llegan a aceptar tal como eres y te ofrecen una amistad sin condiciones, llena de momentos maravillosos... así es imposible perder la esperanza.

Gracias a ti por todos esos momentos, tanto en los que he reído como en los que he llorado, forma parte de esta experiencia fantástica que es la vida.

"A veces cuando se pierde... se gana".